martes, 10 de febrero de 2009

Espirales / Jhoerson Yagmour

Decían que ella estaba loca. Se mantenía oculta en su cuarto. Tallaba, sin cesar, espirales de vida. Remolinos concéntricos se encontraban esparcidos por las paredes y el techo de su cuarto. Ella los contemplaba con admiración. Los padres, preocupados por su hija, buscaron la opinión de todo tipo de estudiosos. Al principio, visitaban el cuarto los más reconocidos expertos en simbología. Con estoicismo hablaron de las figuras mayas y egipcias que hacían signos similares: espirales de vida. Un día que hacía un calor oscuro, huyeron despavoridos. Ella creaba el universo.
Luego me llamaron a mí. Quizá podría entenderla desde la psicología. Inmediatamente me di cuenta que no podría desentrañarla a través de ningún método. Me dediqué únicamente a contemplar detenidamente cómo surgía el mundo. Totalmente concentrado en los espirales, me perdí en el tiempo y en el espacio. Un día me di cuenta que la joven me miraba a la vez que señalaba un espiral en el rincón izquierdo de la cama. Entendí pronto que se refería a mi ciclo de vida. Éste no se completaba. Huí de allí con miedo, temeroso de extinguirme antes de tiempo. No funcionó. Ese día finalizó el resto de mis días. Juntos creábamos el universo.
Texto Ganador del Concurso Nacional de Minicuentos "Los desiertos del Ángel" (2007)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

sencillo e impactante ¿Es premio en que pais?

hatoros dijo...

A mí me da igual el pais.
Simplemente como dices es sencillo e impactante.
¡ENHORABUENA!.
GRACIAS POR ESCRIBIR.

Anónimo dijo...

Muy bueno tu cuento.
Me ha gustado mucho
Leo